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La ruptura de una arteria o un vaso cerebral tiene un antecedente que pocos logran detectar a tiempo. No se trata de algo que aparece así de la nada, sin previo aviso.
La poca comprensión de los accidentes cerebrovasculares (ACV) a nivel del común de la gente, obliga a repasar aspectos claves de sus consecuencias y prevención.
Hoy es el Día Mundial del ACV, como llama la medicina a sus manifestaciones: la trombosis cerebral, la isquemia cerebral, el infarto cerebral, la hemorragia cerebral y el derrame cerebral.
Sin estadísticas. ¿Cómo afectan estos “accidentes”? Es difícil conocer la incidencia de las enfermedades cerebrovasculares en el país. Así lo advierte Issac Mosquera, director en Instituto de Neurología y Neurociencias Aplicadas INNAP, del Centro Médico de Caracas.
“No hay encuestas confiables que determinen los casos que se presentan en Venezuela”, asegura y duda de que algún colega maneje una estadística cierta.
Riesgos. Mosquera advierte ante el riesgo que se presenta en las personas con cuadros de hipertensión, diabetes, los pacientes con trastornos inmunológicos y los inmunosuprimidos.
En la gente joven, indica, un ACV puede presentarse por el uso de drogas como la cocaína, o por la ruptura de un aneurisma, que puede derivar en un accidente cerebrovascular de tipo hemorrágico.
En la lista de personas de alto riesgo se incluye por igual a las fumadoras.
Primeros auxilios. Mosquera describe cómo, por lo general, se aborda un caso típico que sufre una persona que repentinamente presenta adormecimiento en la cara, la pierna, el brazo, o siente un dolor en el pecho, que generan sospechas del inicio de un ACV. Quienes experimenten ese cuadro deben acudir a la emergencia de un hospital, para que el personal de guardia determine midiendo la presión arterial, una tomografía, u otros medios, si se trata de un evento hemorrágico o isquémico.
En el procedimiento de rutina podrá requerir de una resonancia magnética, y observar si existe un trombo, para aplicar trombolíticos y comenzar a disolver el coágulo que puede causar un mal mayor.
En caso de ser un evento de carácter hemorrágico, el doctor Mosquera advierte que otros procedimientos aplican, de acuerdo a lo que arrojen los exámenes.
De una u otra forma, señala el neurólogo es indispensable actuar rápidamente.
La urgencia tiene una explicación sencilla: de interrumpirse el flujo de sangre en una arteria que irriga el cerebro solo por unos pocos segundos, no le llegará sangre y oxígeno.
En esos casos hay riesgo de que las células cerebrales mueran, lo que produce daño permanente.
Discapacidad. Muchos de los sobrevivientes a un ACV , presentan discapacidades a largo plazo.
Un 10% de ellos recupera la mayoría o todas las funciones, el 50% es capaz de estar en la casa con asistencia médica y el 40% se convierte en residente de centros de cuidados médicos.
El dato
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las afecciones cerebrovasculares son la tercera causa de muerte en el mundo, la segunda causa de demencia y la primera de discapacidad crónica en adultos.
Fuente: Diario 2001
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