El virus de Epstein-Barr, vinculado a siete enfermedades graves
Se trata del virus que provoca la mononucleosis infecciosa o ‘enfermedad del beso’.
Un estudio de gran alcance realizado por científicos del Cincinnati Children Hospital Medical Center (EE. UU.) revela que el virus Epstein-Barr, más conocido por causar mononucleosis (popularmente conocida como ‘enfermedad del beso’), también aumenta el riesgo para algunas personas de desarrollar otras siete enfermedades importantes. Esas enfermedades son: lupus eritematoso sistémico, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, artritis idiopática juvenil, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad celíaca y diabetes tipo 1. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Nature Genetics.
El estudio muestra que una proteína producida por el virus de Epstein-Barr, llamada EBNA2, se une a múltiples ubicaciones a lo largo del genoma humano que están asociadas con estas siete enfermedades.
El trabajo arroja nueva luz sobre cómo los factores ambientales, como las infecciones virales o bacterianas, la mala alimentación, la contaminación u otras exposiciones peligrosas, pueden interactuar con el plan genético humano y tener consecuencias graves que influyen en la enfermedad.
“Ahora, usando métodos genómicos que no estaban disponibles hace 10 años, parece que los componentes fabricados por el virus interactúan con el ADN humano en los lugares donde aumenta el riesgo genético de la enfermedad. Y no solo por el lupus, sino también por todas estas otras enfermedades”, explica John Harley, Director del Centro de Genómica y Etiología Autoinmune del Cincinnati Children y uno de los autores principales de la investigación.
El virus, como catalizador potencial de enfermedades
Los científicos han vinculado el virus a otras enfermedades en el pasado, incluidos ciertos tipos de cáncer del sistema linfático. Ahora, más investigaciones han conectado nuevas enfermedades que no están relacionadas entre sí. Sin embargo, “comparten un conjunto común de factores de transcripción anormales, cada uno afectado por la proteína EBNA2 del virus de Epstein-Barr”, aclaran.
Cuando estos grupos EBNA2 se adhieren a una sección del código genético de una persona, el riesgo de lupus aumenta. Cuando se conectan a otra parte del código, aumenta el riesgo de Esclerosis Múltiple, por ejemplo, y así sucesivamente.
“Este descubrimiento es probablemente lo suficientemente importante como para impulsar a muchos otros científicos de todo el mundo a reconsiderar este virus en estos trastornos”, dijo Harley. “Como consecuencia, y suponiendo que otros puedan replicar nuestros hallazgos, podría conducir a terapias, métodos de prevención y formas de anticipar enfermedades, que ahora no existen”.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, el virus de Epstein-Barr es uno de los virus humanos más comunes y se encuentra en todo el mundo. Se propaga a través de fluidos corporales, más comúnmente la saliva. Causa fatiga, fiebre, inflamación de la garganta e inflamación de los ganglios linfáticos. Una vez que alguien se infecta, el virus permanece en el sistema de por vida.
Más del 90% de las naciones desarrolladas se infectan a los 20 años. En las naciones menos desarrolladas, el 90% de las personas se infectan a los 2 años.
La mononucleosis, o mono, ocurre con mayor frecuencia en adolescentes y estudiantes universitarios y, al menos 1 de cada 4 personas infectadas con el virus de Epstein-Barr desarrollará mononucleosis. Los síntomas son similares al virus e incluyen fatiga extrema, hígado o bazo agrandados, dolores de cabeza y cuerpo y sarpullidos.
Actualmente, no hay vacuna para prevenir el virus.