asma

Asma

 

El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias. Las vías respiratorias son tubos que llevan el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. Si padece de asma, las paredes internas de sus vías respiratorias se inflaman y se estrechan. Eso las hace muy sensibles y pueden reaccionar fuertemente a aquellas cosas a las que usted es alérgico o encuentra irritantes. Cuando las vías respiratorias reaccionan, se estrechan y los pulmones reciben menos aire.

Causas

 

No se sabe cuál es la causa exacta del asma. Los investigadores creen que ciertos factores genéticos y ambientales interactúan para causar el asma, generalmente en los primeros años de la vida. Estos factores son:

  • Una tendencia hereditaria a presentar alergias, que se llama atopia

  • Presencia de asma en el padre o la madre

  • Ciertas infecciones respiratorias durante la infancia

  • Contacto con alérgenos que se transportan por el aire o exposición a algunas infecciones virales en los primeros meses o años de vida, cuando el sistema inmunitario se está desarrollando

Si en su familia hay asma o atopia, la exposición a irritantes (por ejemplo, el humo de tabaco) podría hacer que sus vías respiratorias reaccionen con más intensidad ante sustancias presentes en el aire.

Algunos factores tienen más probabilidad de causar asma en unas personas que en otras. Los investigadores siguen tratando de averiguar qué causa el asma.

Hipótesis de la higiene

Una de las teorías de los investigadores respecto a las causas del asma se conoce como la “hipótesis de la higiene”. Los investigadores creen que el estilo de vida occidental, en el que se hace énfasis en la higiene y la limpieza, ha producido cambios en nuestras condiciones de vida y ha causado una disminución global de las infecciones de los primeros años.

Muchos niños pequeños ya no tienen las mismas exposiciones ambientales y las infecciones que ocurrían en la infancia en el pasado. Esto influye en la forma en que el sistema inmunitario de los niños pequeños se desarrolla durante la infancia temprana y puede aumentar el riesgo de que estos sufran atopia y asma. Esta situación se presenta especialmente en niños que tienen familiares cercanos que sufren ambas enfermedades o una de ellas.

Síntomas

 

Los signos y síntomas comunes del asma son:

  • Tos: Por lo general, la tos del asma es peor por la noche o en las primeras horas de la mañana, por lo cual impide un sueño tranquilo.
  • Sibilancias: Las sibilancias son silbidos o chillidos que se producen al respirar.
  • Presión en el pecho: Usted siente como si algo le estuviera apretando el pecho o como si tuviera a alguien sentado en el pecho.
  • Dificultad para respirar: Algunas personas con asma dicen que les cuesta trabajo respirar o sienten como si les faltara el aliento. Usted puede sentir como si no pudiera sacar el aire de los pulmones.

No todas las personas que tienen asma presentan estos síntomas. El hecho de tener estos síntomas tampoco indica siempre la presencia de asma. El mejor método de que disponen los médicos para diagnosticar el asma consiste en realizar una prueba de función pulmonar, hacer preguntas sobre los antecedentes de salud del paciente (entre ellos el tipo y la frecuencia de los síntomas) y hacer un chequeo físico.

El tipo de síntomas que tenga, la frecuencia con que ocurran y la gravedad de los mismos pueden variar con el tiempo. Es posible que a veces los síntomas sean apenas una incomodidad. Otras veces pueden ser lo suficientemente molestos como para limitar sus costumbres diarias.

Los síntomas graves pueden ser mortales. Por eso es importante tratarlos apenas los note para que no se agraven.

Con un tratamiento adecuado, la mayoría de las personas no presentan síntomas ni de día ni de noche, y si lo hacen, los síntomas son pocos.

¿Qué provoca los síntomas del asma?

Muchas cosas pueden provocar o empeorar los síntomas del asma. El médico puede ayudarlo a averiguar qué factores desencadenan o pueden empeorarle el asma si usted tiene contacto con ellos. Entre los factores que desencadenan el asma pueden estar:

  • Los ácaros del polvo, el pelaje de animales, las cucarachas, el moho y el polen de árboles, pastos y flores
  • Los irritantes como el humo de cigarrillo, la contaminación del aire, las sustancias químicas o el polvo en el lugar de trabajo, los compuestos presentes en productos decorativos para el hogar y los atomizadores (por ejemplo, el fijador para el cabello)
  • Medicinas como la aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos, o como los betabloqueantes no selectivos
  • Los sulfitos presentes en alimentos y bebidas
  • Las infecciones de las vías respiratorias superiores, como los resfriados
  • La actividad física (incluido el ejercicio)

Otros problemas de salud pueden hacer que el asma sea más difícil de controlar. Entre estos problemas de salud se cuentan el goteo nasal, las sinusitis, el reflujo (acidez estomacal), el estrés psicológico y la apnea del sueño. Estos problemas de salud deben tratarse dentro del plan global de atención médica del asma.

El asma es diferente en cada persona. Es posible que algunos de los factores que hemos mencionado no lo afecten a usted. Tal vez en la lista no aparezcan otros que sí lo afectan. Dígale a su médico qué cosas parecen empeorarle el asma.

Tratamiento

 

El asma es una enfermedad crónica que no tiene cura. Las enfermedades crónicas son enfermedades que duran mucho tiempo. El objetivo del tratamiento es controlar la enfermedad. El buen control del asma logrará lo siguiente:

  • Prevenir los síntomas crónicos y molestos, como la tos y la dificultad para respirar

  • Disminuir la necesidad de usar medicinas de alivio rápido (ver más adelante)

  • Ayudarle a mantener los pulmones en buen funcionamiento

  • Permitirle mantener su nivel normal de actividad y dormir toda la noche

  • Prevenir ataques de asma que podrían ocasionar una visita al servicio de urgencias o una hospitalización

Colabore activamente con su médico con el fin de controlar su asma o el asma de su niño. Los niños de 10 años o más—y los más pequeños si puedan hacerlo—deben participar activamente en el cuidado de su enfermedad.

Participar activamente en el control del asma implica lo siguiente:

  • Colaborar con el médico para tratar otros problemas de salud que puedan interferir con el control del asma.
  • Evitar las cosas que le empeoren el asma (los factores que desencadenan el asma). Sin embargo, uno de estos factores que no se debe evitar es la actividad física. La actividad física es un componente importante de un estilo de vida saludable. Pregúntele al médico acerca de medicinas que le ayuden a permanecer activo.
  • Colaborar con el médico y con otros profesionales de la salud para crear y seguir un plan de acción contra el asma.

Un plan de acción contra el asma le sirve de guía para tomarse sus medicinas correctamente, evitar los factores que desencadenan el asma (a excepción de la actividad física), saber hasta qué grado está controlada la enfermedad, responder cuando los síntomas empeoran y buscar atención médica de urgencias cuando sea necesario.

El asma se trata con dos tipos de medicinas: medicinas de control a largo plazo y medicinas de alivio rápido. Las medicinas de control a largo plazo sirven para disminuir la inflamación de las vías respiratorias y prevenir los síntomas del asma. Las medicinas de alivio rápido o “de rescate” alivian los síntomas de asma que aparezcan.

El tratamiento inicial dependerá de la gravedad de su enfermedad. El tratamiento de seguimiento dependerá de lo bien que el plan de acción esté controlando los síntomas y previniendo los ataques de asma.

El grado de control del asma puede variar con el tiempo y depender de cambios en el medio ambiente de la casa, la escuela o el trabajo. Estos cambios pueden alterar la frecuencia con la que usted está expuesto a los factores que le empeoran el asma.

Es posible que el médico necesite aumentarle la dosis de la medicina si el asma no está controlada. En cambio, si la enfermedad está bien controlada durante varios meses, puede disminuirle la dosis de la medicina. Estos ajustes de la medicina lo ayudarán a mantener el mayor control posible con la menor cantidad necesaria de medicina.

El tratamiento del asma en ciertos grupos—como los niños, las mujeres embarazadas o las personas en quienes el ejercicio provoca síntomas de asma—deberá ajustarse para atender las necesidades del paciente.

Siga el plan de acción contra el asma

Usted puede colaborar con el médico para crear un plan de acción contra el asma para su caso particular. El plan describirá los tratamientos diarios, como qué medicinas necesita y cuándo debe tomarlas. Explicará también cuándo hay que llamar al médico o ir al servicio de urgencias.

Si su niño tiene asma, todas las personas que lo cuidan deben estar enteradas del plan de acción. Esto incluye a las niñeras y las personas que trabajan en la guardería, la escuela o el campamento al que el niño asista. Estas personas pueden ayudarle a su hijo a seguir el plan de acción.

El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) tiene en su sitio web un ejemplo deplan de acción para el control del asma.

Evite las cosas que le pueden empeorar el asma

Muchas cosas comunes pueden provocar o empeorar los síntomas del asma. Estas cosas se conocen como factores que desencadenan el asma. En cuanto usted sepa cuáles son, podrá tomar medidas para controlar muchos de ellos. Si desea más información sobre los factores que desencadenan el asma, vea “¿Cuáles son los signos y síntomas del asma?

Por ejemplo, la exposición al polen o a la contaminación del aire puede empeorarle el asma. Si es así, trate de limitar el tiempo que pasa al aire libre cuando haya concentraciones altas de estas sustancias. Si el pelaje de los animales le provoca los síntomas de asma, no tenga mascotas en su casa ni en su cuarto.

Uno de los posibles factores que desencadenan el asma que no se debe evitar es la actividad física. La actividad física es un componente importante de un estilo de vida saludable. Pregúntele al médico acerca de medicinas que le ayuden a permanecer activo.

En la página 2 del plan de acción contra el asma del NHLBI encontrará muchos consejos útiles para controlar las cosas que le empeoran el asma.

Si sus síntomas de asma tienen que ver claramente con alérgenos y usted no puede evitar la exposición a ellos, el médico puede aconsejarle que se aplique vacunas antialérgicas.

Tal vez tenga que ver a un especialista si está pensando en aplicarse vacunas antialérgicas. Estas vacunas pueden disminuir o prevenir los síntomas del asma, pero no curan la enfermedad.

Hay varios problemas de salud que pueden hacer que sea más difícil de controlar el asma. Estos problemas pueden consistir en goteo nasal, sinusitis, reflujo, estrés psicológico y apnea del sueño. El médico también puede tratarlos.

Medicinas

Su médico tendrá en cuenta muchas cosas cuando decida qué medicinas para el asma son más adecuadas para usted. Verá qué tan bien funciona una medicina en su caso y luego ajustará la dosis o cambiará la medicina, si es necesario.

Las medicinas para el asma se pueden tomar en forma de pastillas, pero la mayoría de ellas se inhalan. Para esto se usa un dispositivo llamado inhalador, que le permite a la medicina llegar directamente a los pulmones. No todos los inhaladores se usan de la misma manera. Pídale al médico o a otro profesional de salud que le muestre la manera correcta de usar su inhalador. En cada consulta, repase con el médico la forma en que usa el inhalador.

Medicinas de control a largo plazo

La mayoría de las personas que tienen asma necesitan tomar medicinas de control a largo plazo todos los días para prevenir los síntomas. Las medicinas a largo plazo más eficaces disminuyen la inflamación de las vías respiratorias, lo cual evita que los síntomas se presenten. Estas medicinas no proporcionan un alivio rápido de los síntomas.

Corticoesteroides inhalados. Los corticoesteroides inhalados son las medicinas preferidas para el control del asma a largo plazo. Son la alternativa más eficaz para el alivio a largo plazo de la inflamación e hinchazón que hace que las vías respiratorias sean sensibles a la inhalación de ciertas sustancias.

Al reducir la inflamación se previene la reacción en cadena que causa los síntomas del asma. La mayoría de las personas que toman estas medicinas a diario dicen que tanto la intensidad como la frecuencia de los síntomas disminuyen considerablemente.

Por lo general, los corticoesteroides inhalados no son peligrosos si se toman siguiendo las indicaciones del médico. Estas medicinas son muy diferentes de los esteroides anabólicos ilegales que algunos atletas usan. Los corticoesteroides inhalados no son adictivos, aunque se tomen todos los días durante muchos años.

Sin embargo, como muchas otras medicinas, los corticoesteroides inhalados producen efectos secundarios. La mayoría de los médicos están de acuerdo en que los beneficios de tomar corticoesteroides inhalados y prevenir los ataques de asma superan por mucho el riesgo de los efectos secundarios.

Uno de los efectos secundarios frecuentes de los corticoesteroides inhalados es una infección de la boca llamada candidiasis bucal o muguet. Es posible que usted pueda usar un espaciador o cámara de inhalación para evitar la candidiasis bucal. El espaciador o cámara de inhalación se acopla con el inhalador y evita que la medicina caiga en la boca o en la parte posterior de la garganta.

Pregúntele al médico si debe usar un espaciador o una cámara de inhalación con el inhalador que tiene. Además, consulte con el equipo de profesionales de salud que lo atiende si tiene preguntas sobre cómo usar el espaciador o la cámara de inhalación. Enjuagarse la boca con agua después de tomar los corticoesteroides inhalados también puede disminuir el riesgo de tener candidiasis bucal.

Si su asma es grave, es posible que tenga que tomar corticoesteroides en forma líquida o en pastillas durante períodos cortos para controlar el asma.

Si estas medicinas se toman por mucho tiempo, elevan el riesgo de sufrir cataratas y osteoporosis. Las cataratas consisten en un empañamiento del cristalino del ojo. La osteoporosis es un trastorno que debilita los huesos y aumenta la probabilidad de sufrir una fractura.

El médico puede darle otra medicina para el control a largo plazo del asma con el fin de bajarle la dosis de corticoesteroides. O tal vez le aconseje tomar calcio y vitamina D para proteger los huesos.

Otras medicinas de control a largo plazo. Entre otras medicinas de control a largo plazo están:

  • Cromolín: Esta medicina se toma con un dispositivo llamado nebulizador. A medida que usted respira, el nebulizador le envía un vapor fino de la medicina a los pulmones. El cromolín previene la inflamación de las vías respiratorias.
  • Omalizumab (anti-IgE): Esta medicina se administra en forma de inyección una o dos veces al mes. Impide que el organismo reaccione ante los factores que desencadenan el asma, como el polen y los ácaros del polvo. La anti IgE se puede emplear si otras medicinas para el asma no han surtido el efecto necesario.
    Cuando se inyecta Omalizumab, puede ocurrir una reacción alérgica rara pero potencialmente mortal llamada anafilaxia. Si usa esta medicina, colabore con su médico para asegurarse de que entienda los signos y síntomas de la anafilaxia y las acciones que debe tomar.
  • Agonistas beta2 inhalados de acción prolongada: Estas medicinas despejan las vías respiratorias. Se pueden sumar a los corticoesteroides inhalados para mejorar el control del asma. Los agonistas beta2 inhalados de acción prolongada no deben usarse solos para el control del asma a largo plazo. Se deben usar con corticoesteroides inhalados.
  • Modificadores de los leucotrienos: Estas medicinas se toman por vía oral. Ayudan a bloquear la reacción en cadena que aumenta la inflamación de las vías respiratorias.
  • Teofilina: Esta medicina se toma por vía oral. La teofilina ayuda a despejar las vías respiratorias.

Si el médico le receta una medicina de control a largo plazo, tómela todos los días para controlar el asma. Es probable que los síntomas vuelvan a presentarse o empeoren si usted deja de tomársela.

Las medicinas de control a largo plazo pueden tener efectos secundarios. Pregúntele a su médico cuáles son esos efectos y cómo puede reducirlos o evitarlos.

En el caso de ciertas medicinas, como la teofilina, el médico verificará la concentración de la medicina en la sangre. Así se asegurará de que está recibiendo la cantidad suficiente para aliviar los síntomas del asma, pero no para causar efectos secundarios peligrosos.

Medicinas de alivio rápido

Todas las personas que sufren asma necesitan medicinas de alivio rápido para aliviar los síntomas que se empeoran. Los agonistas beta2 inhalados de acción corta son la primera alternativa para el alivio rápido.

Estas medicinas actúan rápidamente para relajar los músculos tensos que rodean las vías respiratorias durante una crisis. Así estas se despejan y dejan pasar el aire.

Usted debe tomar su medicina de alivio rápido en cuanto note los síntomas del asma. Si usa esta medicina más de 2 días por semana, hable con el médico sobre el control del asma. Es posible que necesite hacer cambios en su plan de acción.

Lleve a mano su inhalador de alivio rápido en todo momento, por si lo necesita. Si su hijo tiene asma, asegúrese de que todas las personas encargadas de su cuidado tengan las medicinas de alivio rápido del niño, entre ellas el personal de la escuela a la que asiste el niño. Estas personas deben entender cuándo y cómo usar estas medicinas y cuándo es necesario buscar atención médica para el niño.

No debe usar las medicinas de alivio rápido en lugar de las medicinas de control a largo plazo que le recetaron. Las medicinas de alivio rápido no reducen la inflamación.

Lleve un registro del estado de su asma

Debe llevar un registro de sus síntomas y su valor de flujo máximo (usando un medidor de flujo máximo) y debe hacerse chequeos periódicos para la enfermedad.

Anote sus síntomas

Puede anotar sus síntomas de asma en un diario para ver qué tan bien le están controlando el asma los tratamientos.

El asma está bien controlada si:

  • No tiene síntomas más de 2 días por semana y esos síntomas no lo despiertan más de 1 o 2 noches al mes.

  • Puede realizar todas sus actividades normales.
  • No tiene que tomar medicinas de alivio rápido más de 2 días por semana.
  • No sufre más de un ataque de asma al año que le obligue a tomar costicoesteroides por vía oral.
  • Su valor de flujo máximo no desciende por debajo del 80 por ciento de su valor óptimo personal.

Si su asma no está bien controlada, comuníquese con el médico. Es posible que tenga que cambiar su plan de acción contra el asma.

Use un medidor de flujo máximo 

Este pequeño dispositivo manual muestra qué tan bien sale el aire de sus pulmones. Usted sopla dentro del aparato y este le da una cifra, que es el valor de flujo máximo. El valor muestra qué tan bien están funcionando los pulmones en el momento de la prueba.

El médico le dirá cómo y cuándo usar el medidor de flujo máximo. También le enseñará cómo tomarse las medicinas con base en el valor de flujo máximo.

Es posible que el médico y otros profesionales de salud le pidan que use el medidor de flujo máximo cada mañana y lleve un registro de los resultados. Puede ser muy útil que registre los valores de flujo máximo durante unas dos semanas antes de cada consulta médica y lleve los resultados a la consulta.

Cuando le diagnostiquen el asma por primera vez es importante averiguar cuál es su “valor óptimo personal” de flujo máximo. Para hacerlo es necesario registrar el valor de flujo máximo todos los días durante 2 o 3 semanas cuando el asma esté bien controlada. El valor más alto que obtenga durante este período es su valor óptimo personal. Puede compararlo con valores futuros para saber si el asma está controlada.

El medidor de flujo máximo puede alertarlo de que le puede dar un ataque de asma, incluso antes de que usted note los síntomas. Si su flujo máximo muestra que su respiración está empeorando, debe tomar sus medicinas de alivio rápido en la forma en que su plan de acción lo indique. Luego puede usar el medidor de flujo máximo para ver qué tan bien actuó la medicina.

Hágase chequeos para el asma

Cuando comience el tratamiento para el asma tendrá que ir al médico con una frecuencia que puede oscilar entre cada 2 semanas y cada 6 semanas. En cuanto el asma esté controlada, el médico puede querer verlo con una frecuencia de entre una vez al mes y dos veces al año.

Durante estos chequeos el médico puede preguntarle si ha tenido un ataque de asma desde la última consulta o si ha habido cambios en los síntomas o en los valores de flujo máximo. También puede preguntarle sobre sus actividades diarias. Esta información le servirá para evaluar el grado de control del asma.

El médico también puede preguntarle si tiene problemas o dudas respecto a tomarse sus medicinas o a seguir el plan de acción contra el asma. Según las respuestas que dé a estas preguntas, el médico puede cambiarle la dosis de su medicina o darle una medicina nueva.

Si su control de la enfermedad es muy bueno, tal vez pueda tomar menos medicina. El objetivo es usar la mínima cantidad necesaria de medicina para controlar el asma.

Atención de urgencias

La mayoría de las personas que tienen asma, incluidos muchos niños, pueden controlar sin peligro sus síntomas siguiendo los pasos para crisis de asma que aparecen en el plan de acción. Sin embargo, es posible que usted necesite atención médica a veces.

Llame al médico y pregúntele qué debe hacer si:

  • Sus medicinas no le alivian un ataque de asma.

  • Su valor de flujo máximo es menos de la mitad de su valor óptimo personal.

Llame al 9-1-1 a pedir atención de urgencias si:

  • Le cuesta trabajo caminar y hablar porque tiene dificultad para respirar.
  • Tiene los labios o las uñas morados.

En el hospital lo observarán atentamente y le darán oxígeno y más medicinas. También le darán dosis más altas de las medicinas que toma en su casa. Este tratamiento puede salvarle la vida.

Tratamiento del asma en grupos especiales de personas

Los tratamientos descritos anteriormente se aplican por lo general a todas las personas con asma. Sin embargo, algunos aspectos del tratamiento son diferentes en las personas que pertenecen a ciertos grupos de edad o en quienes tienen necesidades especiales.

Los niños 

El asma es difícil de diagnosticar en niños menores de 5 años. Por eso, es difícil saber si los niños pequeños que presentan sibilancias o tienen otros síntomas de asma se beneficiarán de tomar medicinas de control a largo plazo. (Las medicinas de alivio rápido tienden a aliviar las sibilancias en niños pequeños, ya sea que tengan asma o no).

Los médicos usan medicinas de control a largo plazo para tratar a lactantes y a niños pequeños que tienen síntomas de asma si, después de realizar una evaluación del paciente, consideran que los síntomas son persistentes y que probablemente continúen después de los 6 años. (Si desea más información, vea “¿Cómo se diagnostica el asma?”)

Los corticoesteroides inhalados son el tratamiento preferido para los niños pequeños. El montelukast y el cromolín son otras alternativas. El tratamiento se puede administrar por un período de prueba que puede durar entre 1 mes y 6 semanas. Por lo general, el tratamiento se suspende si durante ese tiempo no se observan beneficios y si el médico y los padres están seguros de que la medicina se usó adecuadamente.

Los corticoesteroides inhalados pueden retrasar el crecimiento de los niños a cualquier edad. El retraso del crecimiento casi siempre se nota en los primeros meses de tratamiento. Además, es leve y no empeora con el tiempo. El asma mal controlada también puede disminuir la velocidad en la que un niño crece.

Muchos expertos creen que los beneficios de los corticoesteroides inhalados para niños que los necesitan para el control del asma superan por mucho el riesgo de retraso del crecimiento.

Las personas mayores

Es posible que los médicos tengan que ajustar el tratamiento del asma en las personas mayores que toman ciertas medicinas, como betabloqueantes, antiinflamatorios, aspirina y otros analgésicos. Estos fármacos pueden impedir que las medicinas para el asma actúen bien y pueden empeorar los síntomas.

No olvide indicarle a su médico todas las medicinas que toma, incluso las de venta sin receta.

En las personas mayores se puede presentar debilitamiento de los huesos por el uso de corticoesteroides inhalados, especialmente si las dosis de estos son altas. Pregúntele a su médico si debe tomar calcio y pastillas de vitamina D, y qué otras cosas debe hacer para mantener fuertes los huesos.

Las mujeres embarazadas

Las mujeres embarazadas que tienen asma necesitan controlar la enfermedad para garantizar un buen suministro de oxígeno para el bebé. Un mal control del asma aumenta el riesgo de preeclampsia, una condición en la que la mujer embarazada desarrolla presión arterial alta y presenta proteína en la orina. Un mal control del asma también aumenta el riesgo de que el bebé nazca prematuramente y tenga bajo peso al nacer. Se ha demostrado en estudios que es menos peligroso tomar medicinas para el asma durante el embarazo que arriesgarse a tener un ataque de asma.

Hable con el médico si tiene asma y está embarazada o piensa quedar embarazada. Su grado de control del asma puede mejorar o empeorar durante el embarazo. El equipo de profesionales de salud que la atiende comprobará a menudo su control del asma y ajustará el tratamiento cuando sea necesario.

Las personas en las que los síntomas del asma ocurren durante la actividad física

La actividad física forma parte importante de un estilo de vida saludable. Los adultos necesitan actividad física para mantener una buena salud. Los niños la necesitan para crecer y desarrollarse.

Sin embargo, en algunas personas la actividad física puede desencadenar los síntomas del asma. Si esto le sucede a usted o a su niño, pregúntele al médico cuáles son las formas más adecuadas de controlar el asma para seguir siendo activo.

Las siguientes medicinas pueden prevenir los síntomas de asma causados por la actividad física:

  • Agonistas beta2 de acción corta (medicinas de alivio rápido): Se toman poco antes de iniciar la actividad física. El efecto puede durar 2 o 3 horas y prevenir los síntomas relacionados con el ejercicio en la mayoría de las personas que las toman.
  • Agonistas beta2 de acción prolongada: Pueden tener un efecto protector hasta por 12 horas. Sin embargo, si se usan a diario ya no proporcionarán hasta 12 horas de protección. Además, el hecho de que tengan que usarse con frecuencia para realizar la actividad física puede indicar que el asma está mal controlada.
  • Modificadores de los leucotrienos: Estas pastillas se toman varias horas antes de la actividad física. Pueden aliviar los síntomas del asma provocados por la actividad física.
  • Medicinas de control a largo plazo: Los síntomas frecuentes o intensos provocados por la actividad física pueden indicar que el asma está mal controlada y que es necesario comenzar a tomar medicinas de control a largo plazo que reduzcan la inflamación, o aumentar la dosis de estas, si ya las está tomando. Esto evitará que se presenten síntomas relacionados con el ejercicio.

Puede ser útil prepararse para la actividad física con un período de calentamiento. Es posible que le convenga usar una mascarilla o una bufanda sobre la boca cuando haga ejercicio si el tiempo está frío.

Si usa las medicinas para el asma como el médico lo indique, podrá participar en cualquier actividad física o deporte que usted elija.

Las personas que van a someterse a cirugía

El asma puede aumentar el riesgo de presentar problemas durante una cirugía y después de esta. Por ejemplo, el hecho de que le pasen un tubo por la garganta puede causarle un ataque de asma.

Avísele al cirujano que tiene asma cuando hable con él o ella por primera vez. El cirujano puede tomar medidas para disminuir los riesgos, por ejemplo, dándole medicinas para el asma antes de la cirugía o durante la misma.

Prevención

El asma no se puede prevenir. Sin embargo, usted puede tomar medidas para controlar la enfermedad y prevenir los síntomas. Por ejemplo:

  • Aprenda sobre el asma y sobre maneras de controlar la enfermedad.
  • Siga el plan de acción contra el asma que le dieron por escrito. (El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre tiene en su sitio web un ejemplo de un plan de acción para el control del asma.
  • Use las medicinas como se las recete el médico.
  • Identifique y trate de evitar en la medida de lo posible las cosas que le empeoren el asma (los factores que desencadenan el asma). Sin embargo, un factor que no debe evitar es la actividad física. La actividad física es un componente importante de un estilo de vida saludable. Pregúntele al médico acerca de medicinas que le ayuden a permanecer activo.
  • Lleve un registro de sus síntomas de asma y del grado de control en que se encuentra la enfermedad.
  • Hágase chequeos periódicos para el asma.

Si desea saber más detalles sobre cómo prevenir los síntomas y los ataques de asma, vea “¿Cómo se trata y se controla el asma?”

 

Galería

Referencias

 

Aoki FY. Antiviral drugs for influenza and other respiratory virus infections. In: Bennett JE, Dolin R, Blaser MJ, eds. Mandell, Douglas, and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2015:chap 44.

Centers for Disease Control and Prevention. What you should know about flu antiviral drugs. Updated August 11, 2016. www.cdc.gov/flu/antivirals/whatyoushould.htm. Accessed August 31, 2016.

Havers FP, Campbell AJP. Influenza viruses. In: Kliegman RM, Stanton BF, St Geme JW, Schor NF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 20th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2016:chap 258.

Hayden FG. Influenza. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Goldman’s Cecil Medicine. 25th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2016:chap 364.

Jefferson T, Jones M, Doshi P, et al. Neuraminidase inhibitors for preventing and treating influenza in healthy adults and children. Cochrane Database Syst Rev. 2014;(4):CD008965. PMID: 24718923 www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24718923.

Provider Information: Influenza VISs. Updated September 2015. www.cdc.gov/vaccines/hcp/vis/vis-statements/flu-hcp-info.pdf. Accessed April 18, 2016.

Ultima revisión 8/14/2015

Versión en inglés revisada por: Linda J. Vorvick, MD, Medical Director and Director of Didactic Curriculum, MEDEX Northwest Division of Physician Assistant Studies, Department of Family Medicine, UW Medicine, School of Medicine, University of Washington, Seattle, WA. Internal review and update on 09/01/2016 by David Zieve, MD, MHA, Isla Ogilvie, PhD, and the A.D.A.M. Editorial team.

Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.